La tokenización de arte introdujo a los artistas en las plataformas de la red blockchain, cambiando para siempre la dinámica de este mercado, así como su perspectiva futura; durante el último trimestre del año se estima la venta de tokens no fungibles estuvo cerca de los USD 10 mil millones. Ahora veamos, a que se refiere la tokenización del arte.
Token
Un token es un valor financiero digitalmente representado en un símbolo, que indica la propiedad de un activo o la fracción del mismo; en la actualidad los tokens pueden constituir bienes materiales o activos digitales.
Tokenización de Arte
Refiere a la creación de un activo digital representativo de un bien tangible o intangible, virtual o real (según sea el caso pues ya han sido utilizados para vender obras físicas) almacenado en el libro descentralizado de la cadena de bloques, generalmente de Ethereum. Los tokens de arte pueden estar fraccionados o no, como lo decida su creador original. Los tokens no fungibles poseen el beneficio de ser únicos, mientras que los fungibles generan mayor liquidez por cuanto la propiedad de un token se puede fraccionar y amplia el mercado que puede adquirir dicho activo digital.
¿Cuáles son los beneficios de la tokenización de arte?
La tokenización de cualquier activo trae consigo todos los beneficios de las aplicaciones descentralizadas de Blockchain; de modo que estos están registrados en la cadena de bloques, manteniendo siempre un registro actualizado e instantáneo sobre la propiedad de un activo; destacando como este registro es inalterable, en algunos casos mediante la utilización de seudónimos, lo cual brinda anonimato a las personas que invierten en este sector, el cual también esta disponible para trabajar 24/7 durante todos los días del año.
En ese orden de ideas, una obra de arte tokenizada se guarda en la red blockchain con un código único, el cual permite la visualización de un historial de transacciones público, evidenciando la capacidad, permiso y poder del titular de la obra para comerciar con ella.
Una de las principales razones para la tokenización de una obra de arte es poder identificar y determinar las acciones de fondo que posee tal activo, permitiendo que los creadores originales puedan beneficiarse de las plusvalías generadas por la obra, en cuanto a los propietarios/titulares del token, estos pueden beneficiarse de la tenencia de este sin poder transferir el derecho de propiedad sobre el mismo.
Particularmente, en los casos de arte digital, adquiridos mediante plataformas Marketplace no existe duda sobre la propiedad, derechos de autor potenciales, restricciones comerciales u otras situaciones similares, al estar todo registrado en la blockchain los compradores potenciales no necesitan hacer rastreos ni investigaciones adicionales para verificar autenticidad.
¿Por qué comprar un token de una obra de arte?
Con la mirada puesta en el mañana, a mediano y largo plazo esta puede ser una inversión capaz de revalorizarse y formar parte de su patrimonio personal, considerando como su valor de mercado puede subir su precio generando ganancias en una venta posterior. También es una forma de apoyar a los artistas emergentes quienes, al fraccionar su obra de cierta manera se convierten en artistas promovidos por sus patrocinadores, a cambio de ciertos beneficios que le podrían suponer al creador un ingreso constante.
¿Cuál es el fin de la tokenización de artes?
La razón más común para utilizar la tokenización de un activo es poder fraccionar la propiedad de este; considerando especialmente aquellos que poseen un valor comercial elevado; ¿por qué? Maximiza las ganancias del creador por cuanto amplia la base de inversionistas convirtiendo activos ilíquidos en activos líquidos.
Se debe comprender como al fraccionar la propiedad se dividen los costos asociados a la obra pues se generan múltiples tokens y esto permite ampliar el mercado potencial de compradores al no tener que realizar la inversión completa por el monto total de la obra un solo inversionistas, holísticamente, si se quiere, podría decirse que es una forma de democratizar el mercado del arte de alto valor.
Una obra de arte fraccionada en múltiples tokens ofrece la posibilidad a cada uno de sus titulares de comerciar con su activo digital y reduce las barreras en cuanto a los requisitos mínimos de inversión para los interesados.